lunes, 1 de agosto de 2011

PREGUNTAS VITALES I (Serie de tres artículos)


Desde antaño las profundas preguntas vitales individuales (¿Quién soy? ¿Que siento? ¿Qué quiero? ¿Qué significa para mí el estar vivo?) han quedado muchas veces sin respuesta, eclipsadas o abortadas por la dedicación exclusiva a los mal llamados determinismos (condicionantes con grado de ley) biológicos y de sobrevivencia, dirigidos básicamente al “deber” de trabajar y reproducirse.  Durante siglos, la opción de que uno mismo puede responderse estas preguntas y vivir de acuerdo con las propias respuestas, ha sido casi inconcebible, censurada y en muchos casos castigada por las autoridades del modelo social.
Los modelos sociales son el conjunto de paradigmas (creencias) y estructuras sociales, que condicionan y manipulan el mapa de la realidad individual, convirtiendo informaciones y respuestas puntuales en creencias, con el fin que  los individuos entreguen la mayor cantidad de energía posible al sostenimiento, ampliación y difusión de un modelo.
Con mapa de la realidad personal me refiero a la forma que tiene el cerebro, el sistema nervioso y los sistemas corporales, de decodificar, interpretar y emitir información sobre todos los temas y todas las áreas del desarrollo humano, implicando con esto, el lenguaje, los conceptos, los valores, todas las preguntas, todas las respuestas, todos los intercambios, todo lo que se considera posible, y por contraste todo lo que se considera imposible. (Espero que no falte nada en la definición…).
El desarrollo de la vida en términos prácticos requiere modelos. Todo pensamiento es un modelo de la realidad, las palabras, las sensaciones, las imágenes mentales son modelos de la realidad. El lenguaje necesita de definiciones (modelos) más o menos estandarizadas para ser útil en la comunicación. Así el aprendizaje y el arte son en parte una exploración de modelos de la realidad. La tecnología es el desarrollo de modelos que realizan ciertas funciones prácticas.
 La creencia es la fijación de una idea que despliega una lógica que le es propia (modelo). Una creencia es lo opuesto al conocimiento, niega la conciencia, y se vuelve una prisión para la mente. Actúa sustituyendo el poder personal de crear por el “antipoder” de creer. Las creencias hacen que el individuo deje de operar como un flujo de conciencia y creatividad y deje de tener su atención puesta en sus sensaciones y en sus necesidades
La conciencia es el espacio donde se desarrolla la percepción. La percepción incluye la información de nuestros cinco sentidos, y una amplísima gama de sensaciones e imágenes, que  van  desde los sentimientos, emociones, intuiciones, imaginación, estados oníricos, etc. a la no sensación: vacío, silencio, quietud, paz, etc.
Hablando exclusivamente en términos de conciencia y creatividad, da igual las personas, las creencias y los fines con que se intente diseñar el modelo social o su forma de establecimiento.
Todo modelo produce una separación ya que tiene la función de estructurar la realidad para poder realizar funciones prácticas. Los modelos sociales se basan en manipular estas estructuras para fines propios. A grandes rasgos los modelos sociales se basan en recompensar la aceptación de una o varias creencias o castigar su negación o insumisión. Curiosamente es la forma más extendida en el amaestramiento de animales.
Al ponerse a favor o en contra, la mente y el corazón se separan de la conciencia. En vez de relacionarnos con lo que percibimos, donde no hay modelos y después con lo que interpretamos (modelos), lo hacemos solamente con una interpretación fija. Cuando el modelo social se apoya o se combate es que está totalmente implantado, ya que la percepción usa al modelo como referencia para responder a su sentido de realidad. El modelo se vuelve el pivote de la percepción. Cuando el modelo social ya no se discute siquiera, es que nuestro cerebro no lo diferencia de los modelos prácticos (lenguaje, tecnología, aprendizaje, arte, etc.)
A la no existencia de modelos prefabricados se le podría llamar “el misterioso desarrollo de la vida”. Esta es una característica que se puede observar en la naturaleza, donde las diferentes piezas generan al “azar”,  patrones que las necesidades del clima y suelo (experiencia y conocimiento) convierten en ecosistemas (orden). La conciencia se expande cuando se nutre la singularidad y el individuo puede así desarrollarse (aprendizaje, arte, etc.).
El diseño de los modelos sociales es muy similar al diseño de los sistemas mecánicos (parten de una serie de ideas y funciones). Primero el plano (modelo) y después la elaboración de las piezas (creencias). Cuando en un área del conocimiento, una idea se fija y esa idea está a su vez relacionada con algún tipo estructura social (grupo, institución, sociedad, cultura, moda, etc.), en esa área, el ser humano deja de verse y tratarse a sí mismo como individuo y pasa a pensar, a relacionarse y a comportarse en términos de las necesidades, normas y jerarquías del modelo social.

Continuará en la siguiente entrada. ¡Gracias!

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